miércoles, 30 de abril de 2008

- Abolición de la esclavitud en Norteamérica -

Cuando hablamos del abolicionismo estadounidense no podemos evitar volver al pasado y recordar al dieciseisavo presidente (primer republicano al cargo) de EEUU, Abraham Lincoln.

Lincoln nació y creció en un entorno familiar humilde y pobre de colonos cuáqueros. Parte de su juventud discurrió por el estado de Missisipi donde fue testigo de las deplorables condiciones en las que vivían los esclavos de raza negra. Cumplidos veintitrés años, decidió alistarse y combatir como soldado en la guerra contra los indios norteamericanos abandonando así la granja donde había pasado gran parte de su infancia. Un tiempo más tarde, Lincoln se licenció en derecho y en 1846 alcanzó la jefatura del partido Whing y como diputado del Congreso federal apoyó a los abolicionistas de Washington. Su firme oposición a la guerra contra México le hizo perder una gran parte de los votos lo cual supuso un duro golpe para él en las elecciones senatoriales del 49.

Dos años después, haciendo alarde de su compromiso en contra de la esclavitud, se afilió al partido Republicano. Aprovechando una crisis interna entre los demócratas ganó las elecciones proclamándose así el 4 de Marzo del 1861 presidente.

El estallido de la guerra civil parecía inevitable y pese a todo Lincoln trató de detenerla y restaurar la unidad formando un gobierno de coalición con los sudistas. Una vez iniciada la guerra de secesión, el presidente promulgó en 1882 la Homestead Act para la colonización del Oeste, y propuso una abolición progresiva de la esclavitud. El 1 de enero de 1863 decretó la emancipación de los esclavos en todo el territorio de la unión.

Pocos días después de finalizar la guerra, en una función teatral en la que asistía el presidente, fue víctima de un disparo en la cabeza que acabó con su vida.

En 1868, La Unión Americana confirió a todos los negros liberados el derecho de ciudadanía y voto.

2 comentarios:

mery dijo...

Si pudiéramos saber primero en donde estamos y a donde nos dirigimos, podríamos juzgar mejor que hacer y como hacerlo...

Abraham Lincoln

Toni Rajo dijo...

Lo que hizo Lincoln sólo fue dar un pequeño paso en la lucha diaria que ha durado, o dura, un siglo.
Para mí el detonante que cambió la forma de pensar de los estadounidenses fue lo que protagonizó Rosa Parks, un hecho revolucionario tan absurdo como no levantarse del asiento del autobús para cedérselo a un blanco.

Ahí todo el mundo supo que aquellos descendientes de esclavos africanos querían tener los mismos derechos. Y que por supuesto, se lo merecían.

"Lo peor de las malas personas es que nos obligan a dudar de las buenas"