- De la peligrosidad de la ignorancia -

He llegado a casa pasada la frontera de las 00:00 horas. Tras un día un tanto cansado (que por cierto, soleado) no soy de los que le quedan muchas fuerzas para sentarse y dar una opinión propia sobre algún asunto en concreto. Pero hoy ha sido diferente y la culpa en esta ocasión podría bien atribuirse a mi estimado amigo Tony. ¿Porqué digo esto? Por nada más lejos de que ha refrigerado mi memoria su última entrada de este cálido 19 de abril. Así que, la vasta necesidad de escribir esta entrada es consecuencia de todo ello. El video colgado en esa misma entrada no tiene desperdicio y sobre ello me gustaría hacer especial mención.

El año pasado nos sentimos enormemente afortunados al asistir a la obra “La revelación” del señor Leo Bassi. Yo lo he visto sí y voy a dar mi sincera y escueta opinión a diferencia de los que se toman la absoluta libertad de juzgar algo amparados por las úlceras de la desinformación y la ignorancia.

Aquella noche pude contemplar una obra donde un tipo cargado de fundados argumentos, de extensos razonamientos y de honestos valores, exponía su tesis o punto de vista sin faltar el respeto a nadie y sin ánimo imponer sus credenciales laicas. Ver y oír a este señor evidencia estar delante de un historiador literario y filosófico. Él mismo afirmó haber leído la Biblia (evidentemente expuso varios puntos sobre la misma remarcando algunos fragmentos en los que existían importantes contradicciones).Poco antes de exponer su argumento final y dar por concluida la función, Leo proyecta en la pantalla de detrás suya una serie de imágenes de grandes genios de la historia de la humanidad de los cuales hemos heredado arte, talento y sabiduría: Séneca, Marco Aurelio, Copernico, Gandhi, Marie Curie, Ramón y Cajal, Nietzsche, Newton, Descartes, Sócrates, Kant, Galileo, Voltaire, Einstein, Darwin... y algunos otros más. Bassi, en ese momento y señalando con el dedo espeta “ estos son mis Dioses”, sin lugar a dudas uno de los momentos que más me estremeció de la función.

La obra finalmente termina desembocando en el mar del hombre puro, el que vive lejos de la adulteración de su existencia, del ser contaminado... Acabó regando las raíces profundas del humano en toda su pureza, el que nace rodeado de naturaleza, tribus ancestrales alejadas de la humanidad actualmente perdida.

Llevo más de dos décadas viviendo en un estado aconfesional y no por ello he podido eludir el escuchar e intentar ser instruido en el catolicismo ¿porqué ahora no puedo asistir a un acto laico en un país que ampara como uno de sus principales valores la libertad?. Hay alguna pieza en este puzzle que no encaja.

Cuanta tontería e incultura sale de la boca de falangistas (de tanto cara al sol se les ha fundido el cerebro), de fundamentalistas y aprendices de estos... cuantas tonterías es capaz de expulsar la boca de la ignorancia, aquella que cruza la línea de la coherencia, de la tolerancia, de las libertades. Yo, a diferencia de ellos, quiero trabajar en rehuir del odio, de momento lo transformo en tristeza hacía ellos mismos, no quiero ser pupilo de su mismo maestro. “Perdónalos padre porque no saben lo que hacen” diría la figura de Jesucristo de ser cierta su existencia... y yo les digo: ¡Cuanta tristeza se cierne sobre mí al ver como os destruís a vosotros mismos mas sobretodo lamento que debamos también pagarlo los demás!.

Bassi se juega la vida por expresar su punto de vista (como aparece en el video) y eso me parece digno de admiración. Ante él me inclino, ante el símbolo de los valientes que hablan y luchan con palabras u otros medios : Giovanni Falcone, Paolo Borsellino, Anna Politkovskaya, Luther King, José Couso, Chico Mendes,
Lennon, Mandela, Lorca y muchos más (periodistas, jueces, ecologistas y hasta humildes proletarios) que ponen y pusieron en riesgo su vida ante la tiranía. Por todos ellos “rezo”.