Y el viento cálido hizo hablar profundamente a los pinos
viernes, 18 de enero de 2008
- Del abismo -
" El que lucha contra monstruos hará bien en ser prudente, no vaya a convertirse él mismo en un monstruo. Si miras un abismo durante mucho tiempo, también el abismo te estará viendo por dentro "
el ser humano es débil por naturaleza, más débil que cualquier otra especie...andamos en el límite del bien y del mal, de ver la botella medio llena o medio vacía...
Toni estoy de acuerdo contigo en que la inteligencia humana es un arma de doble filo...pero diría que nuestro mayor defecto no es la falta de debilidad sino de sensibilidad...
Pero creo que al tener más inteligencia que cualquier ser de la tierra, crece nuestra debilidad. Tenemos más capacidad de razonamiento, asi como de violencia, dolor, odio, amor, amistad etc...y todos estos sentimientos, en ocasiones, nos hacen vulnerables y débiles. Y esa debilidad la contrarestamos con otras actitudes que, generalmente esas actitudes, son defectos más que virtudes. De ahí que piense que nuestra debilidad nos hace peligrosos, y ahí es cuando sale nuestro impulso más animal porque no hay nada más peligroso que un animal asustado.
6 comentarios:
Tan predecibles somos?
Un saludico! ;)
tanto, sí. qué penita!
el ser humano es débil por naturaleza, más débil que cualquier otra especie...andamos en el límite del bien y del mal, de ver la botella medio llena o medio vacía...
Encuentro que no, Ángela, nuestro mayor defecto es nuestra falta de debilidad.
La inteligencia humana nos hace ser extremadamente peligrosos.
Toni estoy de acuerdo contigo en que la inteligencia humana es un arma de doble filo...pero diría que nuestro mayor defecto no es la falta de debilidad sino de sensibilidad...
Pero creo que al tener más inteligencia que cualquier ser de la tierra, crece nuestra debilidad. Tenemos más capacidad de razonamiento, asi como de violencia, dolor, odio, amor, amistad etc...y todos estos sentimientos, en ocasiones, nos hacen vulnerables y débiles. Y esa debilidad la contrarestamos con otras actitudes que, generalmente esas actitudes, son defectos más que virtudes.
De ahí que piense que nuestra debilidad nos hace peligrosos, y ahí es cuando sale nuestro impulso más animal porque no hay nada más peligroso que un animal asustado.
Creo.
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