Dos minutos de auténtico horror es lo que podemos presenciar en el siguiente video, el cual deja claro que el auténtico circo somos nosotros, un circo de dementes lunáticos irrespetuosos. Contemplad lo que tiene que pasar para que un niño afortunado europeo suelte una sonrisa regocijante y ellos ganarse la vida y llenarse los bolsillos de ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario