Y es que poca gente debe pensar que las guerras son buenas o sirven para conseguir algo positivo. Yo, por supuesto, opino lo contrario pasando a formar parte -y convencido de que pertenezco a la inmensa mayoría- de los que condenan el exterminio y asesinato, pues imagino que a nadie le gusta volver a casa en silla de ruedas o con una locura esquizofrénica en los adentros de su cabeza.
Esta mañana me he dado una vuelta por Las penas del agente Smith, blog que siempre tiene algo interesante que contar, y me gustaría hacer alusión a su última entrada Las caras de la batalla.
Imágenes de soldados combatientes que regresaron con vida a casa, no con una sonrisa en su rostro, si no, por el contrario, algo muchísimo peor. Por eso mismo, el luchar el pueblo por cuatro magnates que nos observan desde sus tronos de poder mientras los proletarios y nuestras familias nos matamos por sus intereses no me llama la atención. Quizás muchos de los que volvieron con vida a sus hogares después de batallar en alguna cruenta guerra hubieran deseado no hacerlo, al igual que coger su petate y partir hacia un infierno superfluo.
Por último, y quizás desviándome un poco de la conversación -en cierta medida-, un día me pare a reflexionar sobre el lema Todo por la patria que blasona el gran portón de una comandancia de la guardia civil. El término Todo me pareció, en ese caso, algo totalmente inquietante, y los que iban a continuación Por la patria, aun más. Ese Todo engloba la libertad, tu vida, la de los tuyos y la de muchas otras cosas que creo yo que no merecen fenecer ni ser sacrificadas por lo que ellos entienden como patria.
miércoles, 27 de febrero de 2008
- La realidad de las guerras -
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"Lo peor de las malas personas es que nos obligan a dudar de las buenas"
2 comentarios:
Desconocía estas imágenes, son muy fuertes, pero creo que son necesarias como tantas otras que muestran los horrores de la guerra.
Ya lo decía Homero, "Los hombres se cansan antes de dormir, de amar, de cantar y de bailar que de hacer la guerra". Creo que éstas siempre han existido y lamentablemente son intrínsecas a nuestre especie.
Opino de la misma forma. Son realmente necesarias. Recuerdo (por ejemplo) en el documental farenheit 9/11, como van reclutando a jóvenes estadounidenses convenciéndolos y vendiéndoles el ejercito como si aquello fuera todo un chollo y de lo más honorable. Más facilidad de reclutamiento tienen cuando en la sociedad americana te meten hasta en la sopa un fanático patriotismo que al fin y al cabo termina siendo todo una maldita mentira y manipulación con fines económicos para unos cuantos.
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