lunes, 29 de enero de 2007

- Residuo televisivo -


¡Heil, Mercedes!

13 de octubre - "No soy racista ni mucho menos. Lo que soy es clasista". Quien se vio obligado a dar semejante explicación no fue ni Goebbels, ni Stalin, ni Hitler. Ni siquiera el conde Lequio. Fue un concursante de 'Gran Hermano', programa que se ha propuesto aglutinar a la flor y nata de la escoria humana. Cualquier miserable tiene su hueco en este espacio... excepto si ha sido tan sumamente miserable como para consumir drogas.
Como venimos comprobando a lo largo de los años, los chicos de Mercedes Milá son el ejemplo perfecto de lo repugnante que, con un poco de entrenamiento, pueden llegar a ser los individuos de nuestra especie: egoístas, chulos, envidiosos, maleducados, ambiciosos, perversos, ignorantes... ¡Hasta la Milá les llama gilipollas! Una auténtica mierda de personas y, por tanto, una auténtica maravilla de concursantes. Viene siendo así desde la primera edición. Todo vale si se da espectáculo, si se crea polémica, si se genera audiencia... todo excepto, cuidado, haber consumido drogas.
En el último número de la revista 'Interviú' cuentan cómo la chica que entró en esta última edición de 'G.H.' por sorteo fue expulsada tras confesar que estaba en tratamiento con metadona. Volvemos a un tema habitual en la televisión española: la doble moral, el cinismo que circula por las cadenas cuando se trata el tema de las drogas. Por si no lo saben, si toda la cocaína que han consumido capitostes de la televisión de este país se acumulase en el mismo lugar, sería necesaria la presencia de
Juanito Oiarzabal para alcanzar la cumbre. Y se lo digo porque yo he visto cordadas enteras de directivos y presentadores ascendiendo por encima de los 8.000 metros...
Y es que el montañismo es un deporte grandioso, perfecto para disfrutarlo los fines de semana y los puentes. Me encantan estas fiestas porque están diseñadas por los programadores de las cadenas para el disfrute y educación de los más pequeños. Ayer, sin ir más lejos, los niños pudieron disfrutar por la mañana con el
Día de la Fiesta Nacional, una exaltación de los valores militares de esta patria nuestra, que es lo más grande de España. Obviamente.

Por la tarde, los rapaces podían elegir entre el amor y la guerra. En TVE y CMT la habitual carnicería con las ferias taurinas de Zaragoza y Cáceres. A la misma hora, poco antes de las siete de la tarde, dos amantes telefónicos se masturbaban como bonobos en celo en Cuatro ('La verdad sobre perros y gatos'). Los niños más lerdos podían sintonizar Telecinco, donde, vaya por Dios, emitían la sin par 'Agárralo como puedas', una película repleta de sutiles e ingeniosisimos 'gags' sexuales. Los menos sensibles podían engancharse a 'Sospechoso' (Antena 3), una película calificada por la crítica con acierto como "violenta": en un zapping veo una escena en la que un blanco apuñala con saña a un negro en la cara.
Que pasen ustedes y sus niños un buen fin de semana.


- Javier pérez de albéniz -

1 comentario:

Toni Rajo dijo...

Qué gran artículo. Cargado de verdades como pianos.

"Lo peor de las malas personas es que nos obligan a dudar de las buenas"