miércoles, 12 de diciembre de 2007

- El escaparate del indígena -


Examinemos en monólogo interior el siguiente conflicto amazónico:

" Estaban en pie de guerra, pero no les hicieron caso. La tribu de los Cinta-Larga, en el estado amazónico de Rondonia (Brasil), asesinó al menos a una treintena de buscadores de diamantes que habían entrado ilegalmente en su territorio. Los agentes de la Policía y funcionarios de la Fundación del Indio, tardaron una semana en llegar al campamento. El espectáculo que presenciaron les puso los pelos de punta.

«En toda mi carrera jamás presencié nada semejante. Muchos cadáveres estaban reducidos a filetes. Y es que los Cinta Larga son endemoniadamente hábiles en el uso del machete. Los animales carroñeros se habían dado un festín con los cuerpos que los indios dejaron atados a los árboles, después de acribillarlos o hundirles el cráneo a mazazos», asegura el comisario jefe de la expedición.

Estas acciones hacen pensar en un levantamiento contra las autoridades del Brasil, más que en una venganza puntual contra los garimpeiros.Cómo sea, la búsqueda se extendió sólo a un perímetro de 200 metros.
Después de cuatro días secuestrado por el grupo de los indios 'Cinta Larga', el funcionario español del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos David Martín Castro, fue liberado el martes. Su puesta en libertad se produce el mismo día en que los indios de la etnia enawane nawe liberaron a los 350 trabajadores de una central hidroeléctrica que mantenían retenidos desde el pasado viernes.

Los indios habían cortado varias carreteras, con flechas y lanzas, desde el viernes pasado, y mantenían aislados a los 350 obreros que trabajaban en la construcción de cinco centrales hidroeléctricas, cuya paralización reclaman los indios. Según alegan, las centrales hidroeléctricas modificarán el ecosistema de las tierras que ocupan.

Las importaciones españolas de soja y de madera proceden de los estados de Mato Grosso y Pará, regiones amazónicas «asoladas por la deforestación y la tala ilegal», con lo que el mercado español es «cómplice» de la deforestación.

Greenpeace se hizo eco de «datos oficiales» que indican que Brasil es, después de Argentina, el segundo país exportador de soja a España. Para el caso de la madera, el país carioca es también el segundo proveedor de madera aserrada tropical de la industria de la madera y muebles española".

No trato de justificar el asesinato y el homicidio, lo que me gustaría es que el escaparate que siempre muestra al indio o indígena como una persona agresiva, sádica e incivilizada, sea vista desde otra perspectiva, que no vivimos ya en los tiempos de john wayne joder.

Siempre recordaré la película holocausto caníbal. Cuanto morbo despertó el film, el mismo en el que en su portada aparecía una chica empalada de cabo a rabo. “Que fuerte” pensé, “que sanguinarios estos indígenas”. Tenía yo unos doce o trece años cuando me propuse verla por primera vez y, aparte de decepcionarme estrepitosamente, me di cuenta de que la interpretación previa a la misma era totalmente errónea. Unos reporteros llegan a una aldea dispuestos a hacer un buen reportaje ultra sensacionalista, ¿Cómo? Pegando fuego a las casas y dando una visión totalmente equivocada y violenta de la tribu que, a priori, los recibe hospitalariamente. Por el camino violan a una chica y cometen otros tipos de barbaries de hombre blanco. Y es que esa portada tan gore no hace justicia a su contenido.

Volviendo a la noticia anterior, la realidad es muy distinta y pocas menciones al respecto más que este contraste de noticias o declaraciones me quedan por hacer.

" En 1963 tuvo lugar la llamada masacre del paralelo 11, en la que una empresa de caucho, Junqueira&Co., provocó una matanza entre los indios Cinta-Larga. Su dueño, alquiló una avioneta con la que sobrevoló la aldea de esta tribu y mandó arrojar sobre ella cartuchos de dinamita. Después, un grupo de matones a sueldo entraron rematando a los supervivientes. El informe redactado por las autoridades de entonces recoge el caso de una mujer a la que encontraron amamantando a su bebé. A éste le reventaron la cabeza de un balazo y a ella la colgaron y partieron en dos. El juez que instruyó el caso afirmó: «nunca he tenido noticia de un caso en el que se haya dado tanta violencia, tanta ignominia, egoísmo y salvajismo, así como falta de aprecio por la vida humana». En 1975, uno de los implicados, José Duarte de Prado, fue sentenciado a 10 años de cárcel. Pero fue indultado meses más tarde. Durante su proceso declaró: «Está bien matar indios, son perezosos y traidores»".

«Envenenan las aguas de nuestros ríos, matan por diversión a los animales, atentan contra la Madre Tierra. Han abusado de nuestras mujeres e inducido a los jóvenes a beber alcohol. Si estas sanguijuelas persisten en su conducta, los pazerey (así se autodenomina esta tribu) trasladaremos la guerra a Espigao y les exterminaremos».

Así que parece que bajo el supuesto lema “matar o morir” han enfilado sus lanzas y su coraje para así defenderse de la destrucción de su hábitat y de su gente. ¿Quién es el incivilizado?.

-Sitjar-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La historia es diferente según quien la cuenta, si los ganadores o los perdedores

Toni Rajo dijo...

Estoy totalmente en contra de cualquier tipo de violencia, pero hasta Gandhi dejó dicho:

Cómo no van a ser violentos si no les queda otra.

"Lo peor de las malas personas es que nos obligan a dudar de las buenas"