martes, 11 de diciembre de 2007

- ¡Marry christmas! -

“No os inquietéis, en orden a vuestra vida, sobre lo que comeréis; ni en orden a vuestro cuerpo, sobre qué vestiréis. Importa más la vida que la comida, y el cuerpo que el vestido. Fijaos en los cuervos: no siembran, ni siegan, no tienen despensa, ni granero; y, sin embargo, Dios los alimenta. pues, ¡cuánto más valéis vosotros!..."

Formado y educado desde el catolicismo, tuve en mi infancia cotidianamente que aceptar y comprender ideas como las del inicio de este post donde Jesucristo amparaba sin ninguna clase de excepción al pobre, considerando así superfluo todo ámbito material y ostentoso. Jesucristo príncipe de los pobres.

La cuestión es que apenas quedan días para que llegue puntual a su cita la ansiada navidad. Blasona estas festivas fechas la prosperidad, la armonía, la gran hermandad entre los hombres, el amor, la solidaridad y el respeto de entre tantas otras cosas. Así que, todo ciudadano que celebre toda esta parafernalia, por favor, comportémonos como buenos hombres de fe y, por lo menos durante unas dos semanitas, contagiemos amor y paz a borbotones.

Yo, por mi parte, sigo cabalgando tan escépticamente e indiferentemente sea el día de la madre, el del padre, sea pascua, san Valentín, nochebuena o fin de año. Simplemente me encomiendo a omitir religiones contradictorias e hipócritas y a empresas cargadas de ánimo de lucro -cual titiritero sobrado de virtudes- conducen a la sociedad a su particular retablo corporativo.

Claro que, puesto a mis pocas –por no decir nulas- creencias religiosas, no puedo negar que soy un esclavo más del sistema consumista. De ese círculo vicioso no puedo huir, por lo menos no del todo aunque se intenta. La lotería, los regalos, las cenas… todo empuje a todas esas acciones está manchado de una especie de chantaje emocional o moral, como mejor quieran llamarle. Los factores implicados:

Lotería : “ En X departamento de mi empresa venden estos décimos del niño, ¿y si no compro y toca a todos menos a mi?” El problema se incrementa cuando no es sólo el departamento X tu empresa en cuestión, si no tres, cuatro o cinco más que se unen a la dicha. Hay entra esta especie de chantaje moral del cual se benefician estas organizaciones cuando las posibilidades de que te toquen son tan absolutamente remotas.

Los regalos: Estoy en contra de todo este teatro pero… “ La persona X tiene intención de hacerme un regalo (material) de buena fe para demostrarme su aprecio (aunque para eso no haga falta sacar la cartera), tendría que comprarle yo también algo porque de lo contrario pecaré de tacaño, de cualquier otro antónimo de detallista o lo que es peor, creerse que no es lo suficientemente importante para mí”. Las empresas y multinacionales se frotan las manos con el aniversario del nacimiento del príncipe de los pobres.

Las cenas: Sin ir más lejos decir que, por ahora ya tengo tres cenas planeadas y ninguna de ellas es de ámbito familiar. Todo sea dicho, con todo el placer del mundo, aunque de los treinta euros por cena no me escapo. No son bromas. Los restaurantes, claro está, se forran y tú, hombre de nivel medio-bajo, te arruinas.

Telefonía: Si todas las personas importantes en tu vida viven en tu comunidad autónoma o país estás de enhorabuena. Más vale en estas fechas no tener estirpe en países lejanos. El consumo telefónico se dispara de tal manera que se colapsan los servidores o como se digan. Sms de felicitaciones navideñas y fin de año, a la orden del día, ¡¡ un pastón !! y los ricos a engordar.

Luces: Derroche energético por un tubo y con el dinero público. En estas fechas ya se puede estar pudriendo el mundo y desertizando que hay excusa.

Abetos: No será la primera ni la última vez que en esta época del año voy a dar un paseo por el bosque y me doy cuenta de que algunos desalmados se han dedicado a talar pinos o abetos de media altura para no gastarse un puto euro y lucirlo en el comedor de su casa con cuatro horteradas colgando. Todo un símbolo de cristianismo. No olvidemos, por otra parte, la base indispensable de un Belén: el musgo. Protegido por ley, muchos se lo pasan por el forro.

Discotequeo: Imprescindible para las juventudes de hoy día a asistir incondicionalmente a salas de fiesta, ponerse hasta el culo de cubatas (8 € la unid.) y pagar entradas desde 20 € hasta x €, eso sí : barra libre –de esa que tienes que hacer cola ¾ de hora para pedir y el día siguiente ni te puedes mover-. Si eres joven y no sigues el ritual eres un aburrido o un espécimen raro.

¿Qué es la navidad? ¿Quiénes son realmente los interesados? ¿Qué me aporta a mí la navidad y todo este tipo de celebraciones?.

En un documental sobre África explicaban que uno de sus recursos exportados al continente europeo era la uva y que “ en navidad y nochevieja a los niños del continente europeo les llegan de África toneladas de uva y de Europa a África llegan toneladas de armas para que nuestros niños luchen en las diferentes guerras”. Y así de cruel es señores.

Y es que me siento totalmente catastrofista, pero a pesar de todo miro de tolerar la navidad y en toda medida escabullirme de tal película. A quien le guste la navidad que la disfrute, a quien no que cree un blog y se desahogue.

-Sitjar-

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Esas palabras de Jesucristo muestra como la iglesia católica no entiende demasiado bien los mensajes de la biblia,respecto a la pobreza y tal,eso está claro,basta ver a ese clero,muchos viven como reyes,y Jesucristo era más pobre que las ratas.Pero ese es otro tema...

La navidad es algo tremendamente consumista,es algo que está en la sociedad y es imparable,así está montado el mundo hoy en día, las empresas,de todo tipo practicamente, ven incrementadas sus ganancias en esta época del año y es algo que conviene a casi todo el mundo,y la misma sociedad en general lo acepta.La religión ya pinta cada vez menos en estas fechas,la publicidad de las empresas se apoya en ésta para conseguir sus iconos navideños pa que todo quede más guapo y tal, pero pienso que la gente no tiene un verdadero sentimiento religioso en estas fechas,es más espiritu consumista lo que abunda.Es una puta época de gastar dinero como locos,casi sin querer,debido supongo yo,a la bestial publicidad en los medios,en todas partes.Eso hace que la tan materialista tradición que la gente festeja tanto pero que a la vez no recuerda en verdad lo que conmemora, siga viva. Y los dueños de las grandes empresas,sobre todo,los más contentos por estas tradiciones infundadas tiempo atrás en nuestro mundo.

Manu, jo també odi un poc es nadal ,pero noltros,volguem o no, formam part d'aquest puta círcol vicios de consumidors.Perque com dius, hi ha mil factors,moltes ocasions que et fan caure a n'aquesta dinámica consumista de regals i pollades a nadal.

Paz y amor,pero todo el año.Adeu!

Kerouac Riot dijo...

Exacte company, feliz existencia!

Anónimo dijo...

pues sí llegó la navidad una vez más...navidad, palabra del latín que significa nacimiento...pero yo diría que más que el nacimiento de Jesucristo son unas fechas ligadas al nacimiento del consumismo extremo, del derroche, de la contaminación (miremos cómo quedan los basureros... a rebosar de papeles de regalo, botellas, comida desperdiciada...), de la hipocresia (cuanta gente finge ser feliz en estas fechas cuando no es así?), del bullicio (es curioso pasear por las calles y ver a "masas" de personas entrar y salir de las tiendas como si se tratasen de rebaños conducidos al abismo del gasto)...pero en fin!! quitando hierro al asunto, son días que te invitan a estar acompañado de tus seres queridos y amigos, a reflexionar y realizar un balance sobre un año más que está a punto de culminar...os deseo también paz y amor cada día, cada minuto y cada segundo...

"Lo peor de las malas personas es que nos obligan a dudar de las buenas"