David, compañero charlatán pero ameno donde los haya, permanecía de pie reposando todo el peso de su cuerpo en la mano derecha que se hallaba posada sobre la mesa de la primera. “¡De veras te lo digo, en aquel pequeño país del Asia central el sistema democrático contempla mensualmente mecanismos por los cuales, pasando por previo referéndum, podrá ser aprobado o recusado mediante sufragio popular sea cual el decreto o ley. El resultado de dicha votación prevalecerá en un 60% frente al 40% restante que se establecerá ante ministros y el propio ejecutivo más una comisión formada por miembros ilustres en los campos de la economía, de la ciencia, de la ecología, del derecho y del humanismo de entre otros doctos. En los tres meses de estudio de campo he sido testigo de un inusitado y complejo régimen, ya no en Asia, si no en todo el mundo occidental!".
Antonia y yo le observábamos bajo incredulidad. Proseguía el individuo...
"En esas doce semanas pude recoger numerosos testimonios de su ciudadanía de los cuales pude encontrar, de entre otros, varios puntos de consenso. Se trataba de una sociedad que trabajaba unida por el desarrollo cultural, social, económico, educativo y medioambiental del país. Aprendían juntos de sus errores por el causa/efecto y redirigían el proyecto asumiendo sus equivocaciones basándose en la responsabilidad propia de cada individuo. Dichas votaciones populares gozaban en virtud de superación de uno mismo, en la importancia de cada uno de ellos en su propio porvenir. Los medios, rigurosamente imparciales, dejaban la empresa de sugestividad a libros, enciclopedias y a la innumerable cantidad de fuentes que ofrece la red; medio, éste último, por el que se facilita el sistema de votación escrupulosamente".
El par de oyentes ahí presente levantamos la ceja... continua -espeté-.
"El cuerpo de gobierno está formado por el presidente y sus ministros. Sus cargos han sido elegidos democráticamente y sus salarios base y convenios están dictados igualmente bajo sufragio popular. Sus gestiones dentro y fuera del gobierno son examinadas y en constante investigación privándolas siempre de cualquier tipo de ventaja y/o trato de favor por el cargo que ostentan. Están tan meticulosamente rastreadas sus operaciones, tanto en sus puestos como en sus vidas privadas, que llega incluso a convertirse más que una ventaja en un inconveniente dado su salario -equiparable al de un ciudadano medio- y el aumento de responsabilidades y obligaciones que el mismo. Así pues, el ciudadano se asegura que quien llega al poder no lo hace por intereses propios si no por vocación de pura esencia altruista.
¡¡Venga hombre!! ¡cuéntame otra! –exclamé yo haciendo especial énfasis en el inciso-… siempre nos estás tomando el pelo, no sé como, conociéndote relativamente poco, no nos basta como para permitirnos perder el tiempo con quimeras de tal magnitud. Eso no se lo cree nadie…
¡Que sí Sitjar! -insistió él- sé que siempre estoy bromeando pero también sé hablar con seriedad y rigor. Únicamente te cuento como el azar me llevó a preparar mi tesis de fin de carrera a ese lugar; es el país con más embargos del planeta y, lo más asombroso es como se auto abastece. Su nivel cultural es riquísimo y su prosperidad crea una hermandad especial entre sus gentes. Lástima que el resto del globo se afane en censurar su existencia; menos mal que siempre les quedará la red…
El texto que se ha narrado, como bien se podrían imaginar, es totalmente ficticio. No existen tales formas de gobierno ni el país X donde se desarrolla la citada historia.
Lamentablemente, por el momento, a los que no estamos de acuerdo con lo que tenemos en casa, lo que nos queda es expresarnos y, mira por donde, firmar plataformas que nos den la seguridad que quién está en política no es sólo para aprovecharse económicamente de los fondos públicos y de las ventajas que ello conlleva.
Ahí va la plataforma. Lee el manifiesto y si estás de acuerdo ¡firma!.
Recogida de firmas NO A LOS SUELDOS DESORBITADOS Y PREBENDAS DE LA CLASE POLÍTICA ESPAÑOLA