Quizás, aparte de su eminente cuerpo, sus mandíbulas y dientes son lo que más llama la atención a uno (sin olvidar, claro está, su temida aleta dorsal). Sus mandíbulas pueden ejercer una fuerza 300 veces mayor que la de un ser humano. En ellas poseen dos filas de dientes (como bien podemos observar en la ilustración gráfica de la izquierda) de tal manera que, en el caso de perder alguno de ellos es sustituido por el de segunda fila. Los dientes de abajo se encargan de capturar a la presa, podríamos decir que desempeñaría la función de tenedor, mientras los de arriba cortan y desgarran como un cuchillo.
jueves, 9 de octubre de 2008
- Great White I -
Me fascina el mundo animal desde que me crucé con el primer ser vivo. Todo ello no sólo por considerarlo exteriormente hermoso y cautivador, si no también por sus hábitos, sus prácticas, su adaptación evolutiva a su hábitat, por la inteligencia particular de cada especie, por su círculo social, por su variante sistema de reproducción según el género que correspondan, por sus métodos de defensa ante los peligros a los cuales están sometidos cada uno de ellos bajo el propio zenit terráqueo, etc. Por eso y mucho más, amo toda esta sociedad ajena del humano, cuan sabiduría es capaz de percibir uno con tan sólo observarlos.
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"Lo peor de las malas personas es que nos obligan a dudar de las buenas"
1 comentario:
"... en un mundo que naufragará si no defendemos cualquier forma de vida natural ..."
Bonito post. Me alegra saber que aún queda gente como tú en este mundo de locos.
;)
Sherezadee.
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